La Senadora Neuquina en la Carrera por la Presidencia Provisional del Senado.

Nadia Judith Márquez, senadora electa por Neuquén, se perfila como una de las principales candidatas para ocupar la Presidencia Provisional del Senado, el segundo puesto en la línea de sucesión presidencial, justo detrás de la vicepresidenta Victoria Villarruel. Su candidatura surge en un contexto de creciente acercamiento del presidente Javier Milei al movimiento evangélico, donde Márquez se ha convertido en una de las figuras más representativas. Este papel podría consolidar su influencia en el ámbito político nacional.

Originaria de la capital neuquina, Márquez, de 42 años, es abogada y pastora evangélica de la Iglesia Bautista “Jesús es Rey”. Comenzó su carrera política en 2019 como concejal local, apoyada por el exgobernador Jorge Sobisch. En 2023, accedió a la Cámara de Diputados de la Nación con el sello Arriba Neuquén, donde se destacó como vicejefa del bloque de La Libertad Avanza (LLA) y asumió la presidencia de LLA en Neuquén. Su victoria en las elecciones de octubre, donde obtuvo el 35,6% de los votos, la posiciona en un lugar privilegiado para aspirar a la presidencia del Senado.

La definición sobre su posible presidencia se llevará a cabo el 24 de febrero de 2026, durante una sesión preparatoria. Fuentes cercanas al oficialismo indican que Márquez cuenta con el respaldo de la Casa Rosada y del bloque libertario. Gabriel Bornoroni, jefe del bloque de Diputados, la describe como “absolutamente leal” y “muy trabajadora”. Su perfil se distingue del de Villarruel, quien ha tenido un enfrentamiento político con Milei y ha sido desplazada del poder.

Márquez representa la creciente influencia del movimiento evangélico en la política argentina, en un momento en que Milei refuerza sus lazos con este sector. Con una agenda conservadora y posturas firmes en temas sociales, como su oposición al aborto legal, su designación podría marcar un hito para Neuquén y para la representación de los evangélicos en el Congreso. Si se concretara su nombramiento, sería la primera vez que una dirigente local ocupe un lugar en la línea directa de sucesión presidencial, lo que podría transformar el equilibrio de poder en el Senado y en el país.